ECONOMÍA

José Gangi

José Gangi

Edición y Análisis de informes

La realidad argentina se encuentra marcada por dos fenómenos, muy vinculados entre sí actualmente: las elecciones y la inflación.

Desde julio de 2022, mes en que se disparó el proceso inflacionario que decantó en cifras anuales superiores a los tres dígitos, los salarios no han dejado de perder poder adquisitivo.

Ante la incapacidad gubernamental de controlar esa situación, los electores expresaron su descontento en las urnas y dejaron a la coalición gubernamental por debajo del 30% y en tercera posición, en un escenario de tres fuerzas con casi un tercio cada una. Pero también le pasaron factura a Juntos por el Cambio, cuyo rol como principal fuerza y representante opositora le fue arrebatado por La Libertad Avanza.

En estas condiciones, en Delfos preguntamos cuáles son los bienes y servicios que los argentinos más ajustaron en el último tiempo y merecen, en consecuencia, mayor atención por parte de las propuestas y decisiones políticas.

AJUSTE, un concepto tristemente destacado de la realidad económica de los argentinos

En términos generales, fruto de una encuesta realizada a 2.063 argentinos a comienzos de agosto, pudimos identificar que 9 de cada 10 ajustaron al menos uno de sus gastos habituales en los rubros relevados y que un 25% de las personas ajustó todos sus gastos. El 75% de los que se vieron obligados a ajustar todos sus gastos son mayores de 50 años, similar proporción a quienes poseen un nivel de estudio alto (personas que poseen, como mínimo, el secundario completo).

El rubro donde más ajustaron los argentinos fue el de la indumentaria. Si tenemos en cuenta que el 95% afirmó que gasta usualmente en ropa y calzado, podemos afirmar que 3 de cada 4 ajustaron sus gastos en este rubro.

Después de la indumentaria, las actividades o bienes donde los argentinos más han ajustado sus gastos se encuentran vinculadas al esparcimiento o al ocio: salidas al cine/a comer/al shopping (75%), delivery de comida (75%), compra de diarios/revistas (72%) y salir de vacaciones (69%).

En el polo opuesto encontramos a la salud y/o medicamentos, e internet. Ambos servicios, de uso prácticamente generalizado, sólo han sido foco de ajuste para el 41% de los argentinos. En un escalón abajo aparecen la televisión por cable o satelital (53%), el teléfono celular (55%) y el gimnasio u otra actividad física (58%), con niveles de ajuste por debajo del promedio, pese a ser actividades o bienes donde la mayoría de los usuarios o consumidores han realizado ajustes.

Algunas reflexiones finales

Los datos son contundentes: 1) la pérdida de poder adquisitivo golpeó de lleno el bolsillo de la gran mayoría de los argentinos 2) el ajuste aplicado es transversal a la sociedad; sin embargo, se aprecia con más severidad entre los adultos mayores de 50 años 3) en un marco de desgaste acumulado, los bienes y servicios donde los argentinos se ajustaron fueron, principalmente, aquellos que no son de primera necesidad y se encuentran más vinculados al ocio y el esparcimiento 4) la indumentaria, a pesar de ser un bien de primera necesidad, es concebida cada vez más como un producto suntuario. Quizás la explicación de este fenómeno se vincule al aumento superior a la inflación que esos bienes han experimentado en gran parte del período analizado 5) además de la salud, los servicios de comunicación y de esparcimiento hogareño son particularmente ponderados por los argentinos 6) por último, cabe remarcar la trascendencia otorgada a la actividad física por parte de quienes la practican con frecuencia.

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