Luis Dall’Aglio

Titular de la Consultora Delfos

Desde la Consultora Delfos decidimos preguntarle a los cordobeses si alguna vez se habían hecho la chupina durante la secundaria, porque consideramos que “ratearse” se puede considerar como el primer hecho de rebeldía institucionalizada que realiza un joven.

Es que no solamente el adolescente falta al cole sino que también le miente a los padres.

La chupina es un acto que comúnmente no se confiesa, se realiza al amparo de la complicidad con amigos y, por lo general, con el objetivo de saborear la aventura de no ser detectado por conocidos.

Es una vieja costumbre que existe desde siempre y en todos lados entre los alumnos de la secundaria.

Por edad se ve que mientras los abuelos seguían el ejemplo de Sarmiento, entre los jóvenes siete de cada 10 se ratearon. La clase alta resultó ser la que más se rateó y los hombres son los más chupineros.

Finalmente, los capitalinos son más proclives a ratearse que los cordobeses del interior. Está claro que tierra adentró es más difícil pasar inadvertido que en una ciudad grande como Córdoba, llena de opciones.

Encuestamos a 1.800 personas mayores de 18 años residentes en toda la provincia.