Medición polarizada versus medición por candidatos

Por Norman Berra

El calendario electoral de este año tiene los siguientes hitos:

1) la presentación de alianzas es el 14 de junio de 2017

2) la de precandidatos (PASO), el 24 de junio

3) las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias , el 13 de agosto

4) las elecciones generales (donde participan los candidatos que pasaron el filtro de las PASO), el 22 de octubre.

Por lo tanto, hasta no conocerse los precandidatos, todas las encuestas preelectorales no pueden más que sondear escenarios hipotéticos para tratar de diagnosticar y reducir la incertidumbre.

En este marco, dentro de las encuestas que se han dado a conocer para el estratégico distrito de provincia de Buenos Aires (PBA) se pueden reconocer diversos enfoques en cuanto a la medición. Uno de esos enfoques son las mediciones que “polarizan” al preguntar. Es el caso de la encuesta de Management & Fit que, a principios de mayo, provocó un revuelo por mostrar a Cristina Fernández al tope de la intención de voto en la medición por candidatos individuales. En la medición polarizada, esa consultora hizo la siguiente pregunta: “Este año se llevarán a cabo las elecciones legislativas a nivel nacional. Si las mismas fueran hoy, cree Ud que que votaría por un partido opositor o acompañaría con su voto al gobierno nacional?» El resultado fue que 55,2% votaría por la oposición, 34,7% por el oficialismo y 10,1% dijo ns/nc.

Otro ejemplo de medición de este tipo fue el que dio a conocer mediados de mayo el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que conduce el sociólogo Roberto Bacman. A partir de una medición telefónica sobre una muestra de 1.500 personas en todo el territorio bonaerense (respetando las proporciones entre el conurbano y el interior, también las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social), esta encuesta arrojó una tendencia similar a la de M&F para el oficialismo (34,2%) y más baja para la oposición (43,8% en lugar de 55,2%), dado que detectó un nivel más alto de indecisos: 22% en lugar de 10,1%.

Si hacemos un promedio de ambas mediciones, obtenemos que el voto oficialista alcanza el 34,5% y el opositor 49,5%, con 16,1% de indecisos. En principio, este es un panorama favorable a Cambiemos, dado que con 34,5% del voto podría configurarse como primera minoría en provincia de Buenos Aires. Sin embargo, como vimos, se trata de un resultado obtenido por vía de una medición polarizada, donde el encuestado tiene sólo dos alternativas de respuesta: oficialismo versus oposición. En cambio, cuando el elector concurre al cuarto oscuro, se encuentra con una variedad de boletas donde hay diversos candidatos que expresan posiciones con matices, y puede que el votante no identifique unívocamente a esos candidatos con una posición “polarizada” tan nítida como oficialista versus opositor.

De ahí que la medición por candidato pueda discrepar notablemente en su resultado respecto a la medición polarizada. Eso surge claramente en la misma encuesta de M&F que citamos antes; cuando se indaga por candidatos (en rigor, por los principales precandidatos), la situación cambia drásticamente. En un escenario hipotético en el que compitieran Cristina Fernández, Sergio Massa y Esteban Bullrich, Cambiemos no sólo pierde su condición de primera minoría sino que queda relegada al tercer lugar medida a través de su candidato: CFK llega al 35,3% de intención de voto, el líder del Frente Renovador llega al 34,6% y el ministro de Educación Bullrich, quien sería el postulante oficialista, al 19,5%.

La diferencia entre CFK y Massa en PBA es estadísticamente no significativa, lo que implica un empate técnico; pero la situación del oficialismo cambia sensiblemente, ya que pasa de un 34,5% en la medición polarizada a rondar el 20%, lo que implica que podría perder la elección en el distrito más gravitante del país.

 

Fuente: Clima de Opinión

Medición polarizada versus medición por candidatos

Por Norman Berra

El calendario electoral de este año tiene los siguientes hitos:

1) la presentación de alianzas es el 14 de junio de 2017

2) la de precandidatos (PASO), el 24 de junio

3) las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias , el 13 de agosto

4) las elecciones generales (donde participan los candidatos que pasaron el filtro de las PASO), el 22 de octubre.

Por lo tanto, hasta no conocerse los precandidatos, todas las encuestas preelectorales no pueden más que sondear escenarios hipotéticos para tratar de diagnosticar y reducir la incertidumbre.

En este marco, dentro de las encuestas que se han dado a conocer para el estratégico distrito de provincia de Buenos Aires (PBA) se pueden reconocer diversos enfoques en cuanto a la medición. Uno de esos enfoques son las mediciones que “polarizan” al preguntar. Es el caso de la encuesta de Management & Fit que, a principios de mayo, provocó un revuelo por mostrar a Cristina Fernández al tope de la intención de voto en la medición por candidatos individuales. En la medición polarizada, esa consultora hizo la siguiente pregunta: “Este año se llevarán a cabo las elecciones legislativas a nivel nacional. Si las mismas fueran hoy, cree Ud que que votaría por un partido opositor o acompañaría con su voto al gobierno nacional?» El resultado fue que 55,2% votaría por la oposición, 34,7% por el oficialismo y 10,1% dijo ns/nc.

Otro ejemplo de medición de este tipo fue el que dio a conocer mediados de mayo el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que conduce el sociólogo Roberto Bacman. A partir de una medición telefónica sobre una muestra de 1.500 personas en todo el territorio bonaerense (respetando las proporciones entre el conurbano y el interior, también las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social), esta encuesta arrojó una tendencia similar a la de M&F para el oficialismo (34,2%) y más baja para la oposición (43,8% en lugar de 55,2%), dado que detectó un nivel más alto de indecisos: 22% en lugar de 10,1%.

Si hacemos un promedio de ambas mediciones, obtenemos que el voto oficialista alcanza el 34,5% y el opositor 49,5%, con 16,1% de indecisos. En principio, este es un panorama favorable a Cambiemos, dado que con 34,5% del voto podría configurarse como primera minoría en provincia de Buenos Aires. Sin embargo, como vimos, se trata de un resultado obtenido por vía de una medición polarizada, donde el encuestado tiene sólo dos alternativas de respuesta: oficialismo versus oposición. En cambio, cuando el elector concurre al cuarto oscuro, se encuentra con una variedad de boletas donde hay diversos candidatos que expresan posiciones con matices, y puede que el votante no identifique unívocamente a esos candidatos con una posición “polarizada” tan nítida como oficialista versus opositor.

De ahí que la medición por candidato pueda discrepar notablemente en su resultado respecto a la medición polarizada. Eso surge claramente en la misma encuesta de M&F que citamos antes; cuando se indaga por candidatos (en rigor, por los principales precandidatos), la situación cambia drásticamente. En un escenario hipotético en el que compitieran Cristina Fernández, Sergio Massa y Esteban Bullrich, Cambiemos no sólo pierde su condición de primera minoría sino que queda relegada al tercer lugar medida a través de su candidato: CFK llega al 35,3% de intención de voto, el líder del Frente Renovador llega al 34,6% y el ministro de Educación Bullrich, quien sería el postulante oficialista, al 19,5%.

La diferencia entre CFK y Massa en PBA es estadísticamente no significativa, lo que implica un empate técnico; pero la situación del oficialismo cambia sensiblemente, ya que pasa de un 34,5% en la medición polarizada a rondar el 20%, lo que implica que podría perder la elección en el distrito más gravitante del país.

 

Fuente: Clima de Opinión