En las últimas semanas se habló de una mejoría de los números del oficialismo, bajo la premisa de un escenario de polarización preelectoral incipiente que favorecería el eje de campaña del gobierno de instalarse políticamente como contracara del anterior. Por contrapartida, la profundización de “la grieta” también le permitiría al kirchnerismo machacar sobre la falta de logros socioeconómicos de la gestión Cambiemos. Teóricamente, esa polarización perjudicaría al massismo y a otras terceras fuerzas. En rigor, la lectura depende de qué indicadores tomemos e incluso de la manera de construirlos. Veamos:

Según la más reciente encuesta de Management & Fit, la aprobación de gestión del gobierno nacional pasó del 40,2 % obtenido en el sondeo de marzo realizado por la misma consultora al 41,6% en abril. Se trata de una variación de 1,4 puntos porcentuales, es decir, estadísticamente no significativa (en rigor, no puede hablarse de un repunte). Asimismo, el nivel de desaprobación de gestión pasó de 44,2 % en marzo al 43,9% (una variación de 0,3 puntos porcentuales, tampoco significativa estadísticamente). El dato surge de encuestas telefónicas realizadas entre el 7 y el 11 de abril a 2.000 personas de entre 16 y 70 años en Capital Federal, el Gran Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. No se advierte en estos números una mejora del oficialismo, puesto que persiste una situación de empate técnico entre aprobación y desaprobación (-2,3 de signo desfavorable, no estadísticamente significativo).

IPSOS MACRI APROBACIÓN

En tanto, otra encuesta realizada por Poliarquía Consultores arrojó que la aprobación de la gestión presidencial mostró una recuperación de seis puntos en abril y se situó en torno al 53%. En paralelo, la desaprobación, que en febrero y marzo había llegado hasta el 48 y 50%, respectivamente, bajó hasta ubicarse en el 46%. En este caso, las variaciones son más sustanciales, aunque tampoco tan categóricas si se considera el error muestral de +/-3,15%, para un nivel de confianza del 95%: la diferencia entre aprobación y desaprobación es de +7. La encuesta de Poliarquía se realizó entre el 3 y 11 de abril y alcanzó 1.000 casos en 40 ciudades de más de 10.000 habitantes de todo el país, por vía telefónica.

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Por su parte, si tomamos la más reciente encuesta de Ipsos/Universidad de San Andrés, se observa que la aprobación es del 45,1% y la desaprobación del 44,9%. Sin embargo, eso surge de una repregunta a un 24% que en primera instancia no había aprobado (40%, donde se suman 11% de aprueba mucho y 29% de aprueba algo) ni desaprobado (36%, donde se suman 15% de desaprueba algo y 21% de desaprueba mucho). Así, se suma un 5% al aprueba y un 9% al desaprueba para obtener esa proporción de 45,1%/44,9%. De esta forma, resulta nuevamente un empate técnico entre aprobación y desaprobación, con un diferencial positivo de 0,2. En síntesis, si tomamos estas tres mediciones recientes de aprobación/desaprobación para construir un promedio, obtendremos 46,5% vs 44,9%, lo cual arroja un empate técnico entre ambas posiciones, con un diferencial positivo de apenas 1,6 puntos porcentuales no estadísticamente significativo.

Fuente: Clima de Opinión