POLÍTICA
José Gangi
Edición y Análisis de informes
En el escaso lapso de un mes, los cordobeses de la capital, al igual que los de otras localidades de la provincia, votaron dos veces: una para gobernador y otra para intendente. En ambas elecciones decidieron ratificar al partido gobernante al frente de las gestiones, transformando a Martín Llaryora, actual intendente de Córdoba capital, en gobernador y a su actual viceintendente Daniel Passerini en intendente de la capital cordobesa.
Consultora Delfos estuvo presente en ambos comicios, relevando no sólo el voto del momento que realizaron los cordobeses sino también a quién pensaban votar los vecinos de la capital para intendente durante las elecciones provinciales del 23 de junio y a quién habían votado ellos mismos casi un mes atrás.
Estas preguntas cruzadas permiten elaborar un panorama lo más certero posible de la traslación de los votos entre instancias electorales y de las diferencias entre intención y voto final de los cordobeses, considerando que se trata de relevamientos con una importante cantidad de casos.
Elecciones para gobernador
En unas reñidas elecciones, Martín Llaryora venció por una diferencia de 3,34 puntos porcentuales (pp) a Luis Juez (45,19% a 41,85%). En la capital provincial la diferencia a favor de Llaryora fue más abultada (7,7 pp), fruto de la obtención del 45,8% de los votos frente al 38,1% de Juez.
En este contexto, la encuesta en boca de urna en la capital a 7.146 personas reflejó que el 87,5% de los votantes de Llaryora pensaban votar a Passerini en las elecciones para intendente y un 15,1% de ellos a De Loredo. Este primer acercamiento a los datos arroja que, con los votantes de Llaryora, Passerini se aseguraría el 40% del electorado que se hizo presente en los comicios de ese momento, mientras que a De Loredo se volcaría sólo un 6,9%.
Por su parte, de los votantes de Luis Juez un 77,3% elegiría a De Loredo y apenas 6,6% a Passerini. En términos de volumen de votos, a Passerini los votantes de Juez le sumaban un escueto 2,5% del padrón, mientras que a De Loredo le auguraban un apoyo del 29,5% de los votos.
Este primer pantallazo muestra un escenario electoral donde Passerini obtendría un apoyo por parte de los votantes de ambos candidatos a gobernador del 42,6% y De Loredo del 36,4%. A pesar de acotar el análisis a los electores de los dos candidatos más votados, la diferencia entre ambos resulta bastante similar a la real: mientras que la de este análisis resulta ser 6,2 pp, la real fue de 7,9 pp.
Elecciones municipales
Fruto de las elecciones celebradas el 23 de julio en la capital cordobesa, Passerini se convirtió en ganador luego de vencer a Rodrigo De Loredo por 48,6% a 40,7%, como ya mencionamos, por una ventaja de 7,9 pp.
En ese contexto, le preguntamos a 9.413 cordobeses de la capital a quién habían votado ese día para intendente y a quién para gobernador de la provincia el 23 de junio.
Los resultados fueron poco más que sorprendentes. El 84,9% de los votantes de Daniel Passerini afirmaron haber votado a Martín Llaryora, mientras que un 5,4% afirmaron haberlo hecho por Luis Juez. En lo que respecta a los votantes de De Loredo, un 13,2% afirmó haberse inclinado por Llaryora y un 76,5% por Juez.
La diferencia entre los votantes de Llaryora que pensaban votar a Passerini (87,5%) y los votantes de Passerini que afirmaron haber votado a Llaryora (84,9%), fue de sólo 2,6 pp. Por su parte, la diferencia observada entre los votantes de Juez que pensaban votar a De Loredo (77,3%) y los votantes de De Loredo que aseguraron haber votado a Juez (76,5%) fue incluso menor, de tan sólo 0,8 pp.
Reflexiones finales
Estas comparaciones conducen a dos reflexiones: 1) que la traslación de votos entre candidatos de un mismo partido superó los tres cuartos del volumen de votos detentados, hasta rozar los 9 de cada 10; 2) y que se aprecia una correspondencia entre la intención de voto detentada en junio y la realidad del voto para intendente, no sólo en términos de diferencia sino en general, si ajustamos el dato final por la intención de votantes de otros partidos y la diferencia de participación observada en los comicios.
PD: sería arriesgado afirmar que estos fenómenos sean extrapolables a otras elecciones o potencialmente generalizables. Este tipo de análisis descriptivo muestra comportamientos de variables que merecen ser discutidos, desmitificados y/o profundizados.