POLÍTICA

José Gangi

José Gangi

Edición y Análisis de informes

El 27 de abril de 2003 se llevaban a cabo las primeras elecciones generales después del catastrófico 2001. Los resultados hablaron por sí solos: Carlos Menem, expresidente electo en dos oportunidades, obtuvo un 24,45% de los votos y Néstor Kirchner, gobernador de Santa Cruz por entonces, el 22,25%.

La escueta cantidad de votos obtenidos por ambos los trasladó automáticamente a un ballotage, del cual Carlos Menem se bajó el 14 de mayo. De esta forma, Néstor Kirchner llegaba al Ejecutivo nacional por primera y única vez y terminaba de concretar, con un sobrio caudal, el final del período neoliberal.

A 19 años de estos eventos, analizamos lo que pensaban votar de cara a las elecciones presidenciales los cordobeses capitalinos en abril de 2003.

La atomización que expresaron los resultados nacionales de aquel momento también fue un dato contundente de las encuestas entre los cordobeses capitalinos. La fórmula preferida en Córdoba capital era Menem-Romero, pero con una intención de voto que apenas alcanzaba el 19,5%. La seguían la fórmula Rodríguez Saá-Posse con un 15,7%, López Murphy-Gómez Diez con 15,3%, Carrió-Gutiérrez con 11,7% y recién después aparecía la fórmula Kirchner-Scioli, con 8%.

Sin embargo, ya en ese momento previo a la primera vuelta la intención de voto de los cordobeses ante un posible escenario de ballotage brindaba algunas pistas de lo que podía suceder a futuro.

El alto nivel de rechazo que detentaba Menem por aquel entonces hacía que sus posibilidades de obtener votos en una segunda vuelta por fuera de su núcleo duro de votantes fueran muy acotadas. El expresidente riojano era derrotado por cualquier candidato que se le presentara, incluso Néstor Kirchner.

Ante un ballotage entre Kirchner y Menem, el candidato patagónico detentaba entre los cordobeses una intención de voto del 46% contra tan sólo 28% del riojano.

En síntesis, el escenario cordobés brindó todos los indicios para comprender lo que ocurriría de cara a las elecciones nacionales: aunque Menem obtuviera la primera minoría en las elecciones generales, no sería lo suficientemente abultada para resultar electo en esta instancia. De cara a un ballotage, el rechazo cosechado potenciaría a cualquier candidato contra el que compitiera hasta hacerlo ganador de la contienda.

De esta forma, sin un rumbo claro, con una gran desconfianza de la política, la mayoría de los cordobeses le decían no al retorno del modelo menemista.

Seguinos en nuestras redes