POLÍTICA
Norman Berra
Líder de Proyectos
En nuestra nota anterior analizamos el voto a Javier Milei en términos de identificación ideológica con su figura y sus propuestas a nivel país y en la provincia de Córdoba. De ese repaso concluimos que si bien 4 de cada 10 de sus votantes dice identificarse con sus ideas, ninguna de las principales expuestas por él recoge un apoyo mayoritario a nivel país ni en Córdoba: la mayoría recoge acuerdos por debajo del 30%. Lo mismo sucede al contraponer dos valores: la libertad individual no llega al 30%, mientras que la igualdad social es elegida por 2 de cada 3 electores, según el último informe nacional de Zuban Córdoba (gráfico arriba). Ese estudio aporta otra clave interpretativa: casi 16% del total de electores está de acuerdo con la frase “voy a votar a Milei porque estoy enojado con la política” (gráfico abajo), un guarismo cercano al promedio de 20% que mide la Libertad Avanza (LLA) en las encuestas más recientes.
Con todo, eso no quita que el fenómeno Milei represente un desafío de cara a las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), para la oferta política en general y para Juntos por el Cambio en particular (JXC), cantera de la que el libertario extrae casi 4 de cada 10 votantes, mientras que capta casi 20% del Frente de Todos (FDT) según Políticos en Redes (gráfico abajo).
Sin embargo, JXC también enfrenta un doble problema con las candidaturas presidenciales de Milei y la de Juan Schiaretti (confirmada la semana pasada) en un distrito clave: Córdoba, que pesa casi 9% del padrón nacional, sin la cual Mauricio Macri no hubiera llegado a ser presidente en 2015 (rondó el 70% en el ballotage de ese año) y donde también se impuso en 2019 (duplicó al FDT por 61,31% a 29,31% en octubre de ese año). Según la última encuesta provincial de CB Consultora, Juntos apenas suma la mitad de su caudal anterior en Córdoba: 31,2%, mientras que Schiaretti roza el 19% como representante del peronismo no K, Milei 18,2% con LLA y el FDT 14,2%, con 12,4% de indecisos (gráfico abajo).
A su turno, según la última encuesta provincial de MFG, JXC perfora el umbral del 30%, ubicándose en empate técnico con Schiaretti, mientras que LLA roza el 20% y el FDT ronda el 14%, con 5,1% de indecisos (gráfico abajo). En tanto, según la última encuesta provincial de consultora Delfos, Milei alcanza 21% de intención de voto.
Con matices en las mediciones, se impone de todos modos una pregunta: ¿dónde están los 30 puntos porcentuales promedio que le faltan a Juntos respecto a su caudal de 2019? Dado que el FDT también está en la mitad de su resultado anterior (14,2%, un consuelo para la fuerza opositora), está claro que ese faltante se reparte entre Schiaretti, Milei e indecisos a persuadir.
Con todo, Milei sigue siendo la mayor amenaza para JXC. Como surge del último estudio provincial de Delfos, la cercanía ideológica entre los potenciales electores de Juntos y de LLA es palpable en varios temas: los primeros muestran 28% de acuerdo con la privatización de Aerolíneas Argentinas (38%), y los escoltan los libertarios (29%); entre los demás votantes, el acuerdo está muy por debajo del 20% (gráfico arriba). Lo mismo sucede con privatizar YPF: 27% en Juntos y 25% en LLA, mientras en los demás segmentos no llega al 15% (gráfico abajo).
Lo mismo sucede con la idea de eliminar los subsidios del gas y la electricidad: entre los potenciales electores de Juntos el acuerdo es de 32% y entre libertarios 26%; para los demás votantes, el acuerdo es del 10% o menos (gráfico abajo).
Respecto a eliminar planes sociales, el acuerdo es de 65% en JXC y de 58% en LLA, despegándose claramente de lo que sucede entre votantes del peronismo no K (44%), del FDT y de la izquierda, con menos del 20% (gráfico abajo).
En síntesis, el corrimiento a la derecha de JXC se ha transformado en un problema: 1) hasta ahora, no ha logrado frenar el crecimiento de Milei, sino más bien al contrario 2) al mismo tiempo, profundizó el riesgo de que ex votantes de Juntos se sientan atraídos por algunas de las propuestas del candidato libertario, sobre todo las cercanas a las expuestas por figuras como Patricia Bullrich 3) en ese marco, el candidato libertario podría amesetar el volumen de la principal fuerza opositora de una manera análoga a la que Sergio Massa en 2015 obturó el crecimiento del FPV.