POLÍTICA

José Gangi

José Gangi

Edición y Análisis de informes

A pocos días de cerrar el primer semestre de 2024, la agenda política desarrollada por los medios de comunicación se construyó a lo largo de junio en torno a la discusión de la Ley de Bases, las giras de Milei por el exterior, el escándalo de los alimentos y algunas cifras económicas alarmantes que van dejando estos primeros meses de gestión libertaria.

Ahora, ¿qué tiene en la cabeza la gente, qué le demanda al gobierno? ¿Cómo percibe el desempeño gubernamental a siete meses del ballotage? Para intentar dilucidar el posicionamiento de los argentinos ante estos interrogantes nos centraremos en la última encuesta nacional de Consultora Delfos realizada en junio a 1.865 electores, a lo largo y ancho del país.

La corrupción, la estrella contingente de la agenda popular

En términos evolutivos, se observa una estabilización de la demanda de trabajo en 11%, se insinúa un crecimiento de la corrupción como problema (sumó 4 puntos porcentuales) y una caída de 8 puntos porcentuales de la inflación, que la saca del podio después de varios meses ubicada como la principal preocupación de los argentinos. Como resultado de estas variaciones, en junio el top 3 de demandas estuvo compuesto por la corrupción en primer lugar con el 21% de las menciones, seguida de la inflación con el 15% y la falta de trabajo con el 11%. 

La primacía de la corrupción por sobre la inflación nos lleva a pensar que el escándalo de los alimentos que involucró a la ministra Sandra Pettovello (entre otros dirigentes destacados del Gobierno) tuvo un impacto más importante del que se le atribuyó. Veremos si este fenómeno persiste y se ramifica a otros ámbitos gubernamentales, o sólo se convierte en un signo de esta coyuntura puntual.

No obstante, los principales movimientos en el ranking estuvieron impulsados por la caída de la inflación como principal problemática. En consonancia con los números reportados por el Indec y el discurso oficial, la disminución de la velocidad en la que aumentan los precios es un hecho que no sólo resulta un gran aliciente para el común de la gente, sino que comienza a correr el foco de la agenda popular hacia otros desafíos.

La inflación continúa siendo el principal campo de batalla

Esta merma de la inflación, principal promesa de campaña de Javier Milei, se ha convertido en el principal sustento de la imagen positiva de la gestión, en tanto se ha estabilizado en torno al 50% de las menciones (53% en mayo y 51% en junio). La principal motivación de las opiniones en este sentido se asocia a una coherencia percibida entre lo prometido y lo hecho.

La valoración de la gestión cobra mayor valor si se aprecia que se da en un marco de gran vulnerabilidad socioeconómica y de renovado voto de confianza.

A pesar de que la situación parece no ser tan mala para los argentinos como lo fue en marzo y abril, cuando el 72% y el 70% respectivamente dijo que probablemente tendría dificultades para afrontar sus gastos y compromisos económicos, en junio un 65% continúa en esa situación.

No obstante, se incrementó en 15 puntos porcentuales el porcentaje de gente dispuesta a esperar al gobierno más de 6 meses. Si consideramos la evolución de los datos en términos más generales, podemos advertir que la ampliación del sustrato social de tolerancia se sustentó en la definición de los indecisos y la extensión del crédito brindado por aquellos que antes afirmaban darle de 3 a 6 meses.

La agenda social, la más débil

En consonancia con los niveles de imagen positiva de la gestión, un porcentaje similar de los argentinos aprecia que la economía (52%) y las relaciones exteriores (50%) del país están yendo en la dirección correcta. En un escalón más abajo encontramos la aprobación de la dirección tomada frente a la situación social del país, que no alcanza un peso mayoritario y presenta niveles de resistencia similares a los de acompañamiento (45% contra 47%, respectivamente).

 

Los matices se hacen más marcados cuando analizamos la percepción del rumbo de estas carteras por segmento etario. Mientras que el 30% de los jóvenes percibe que la economía nacional no tiene dirección, el estrato de los adultos mayores de 65 años es el que se ha expresado de forma más reticente a la dirección adoptada por el gobierno en las tres esferas, principalmente la social, donde la percepción de que el gobierno está adoptando una dirección incorrecta, con el 47% de las menciones, prima por sobre la correcta (39%) por 8 puntos porcentuales.

Reflexiones finales

La disminución de la inflación sigue siendo el principal objetivo y acierto percibido sobre el que se sustenta el apoyo popular mayoritario que reviste la gestión libertaria. La incidencia del resto de los acontecimientos que puedan ocurrir, incluso aquellos que involucran casos de corrupción, yerros o impericias en la gestión, se encuentra aminorada.

Sin embargo, las dudas u oposiciones denotadas por los jóvenes en lo económico y los adultos mayores de modo más generalizado frente a la dirección adoptada por el gobierno en las tres esferas analizadas representan señales de alarma para una gestión nacional que amplía sus horizontes temporales de gobernabilidad.

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