SOCIEDAD
José Gangi
Edición y Análisis de informes
En la última nota que realizamos sobre los hábitos alimenticios de los cordobeses, pusimos en valor los antecedentes históricos de las formas alternativas de alimentación y tratamos de poner en cifras la cantidad de vegetarianos y veganos a nivel global, en Argentina y en Córdoba.
En esta oportunidad, nuevamente nos serviremos de los datos arrojados por la última encuesta realizada por Delfos en nuestra provincia en el mes de enero para caracterizar al público vegetariano-vegano de acuerdo a su edad, zona donde vive, género y nivel socioeconómico.
Por ahora, las alternativas no son para todos
Un preconcepto extendido en nuestra sociedad asocia estos hábitos alimenticios alternativos con modas citadinas. Una vez más, el prejuicio no está en lo cierto. Al menos en la provincia de Córdoba, las diferencias entre los hábitos de los vecinos de la capital y los del interior no son estadísticamente significativos en absoluto.
Por otra parte, tal como afirmáramos en la nota anterior, se supone que son las generaciones más jóvenes las que se han inclinado con mayor vehemencia por este tipo de hábitos. Sin embargo, los adultos de 50 a 64 años de edad presentan proporciones similares de vegetarianos y veganos que los jóvenes relevados de 18 a 29 años.
Donde sí se aprecian diferencias significativas en términos estadísticos, son entre hombres y mujeres y entre personas de diferentes niveles socioeconómicos.
Mientras que el 94,6% de las mujeres consumen carne, ese porcentaje entre los hombres alcanza al 97,6%. Es decir, entre los hombres el peso de los que consumen carne es 3 puntos porcentuales mayor al de las mujeres que lo hacen en el universo de su género.
Pero nada se compara al dato observado bajo el prisma socioeconómico. Mientras que el 11,5% de los cordobeses de nivel socioeconómico alto se consideran vegetarianos, sólo un 3,0% de los cordobeses de nivel medio lo hace y un 1,4% de los de nivel bajo. En paralelo, sólo un 86,5% de los cordobeses de nivel socioeconómico alto consume carne, mientras que este es un hábito que se corresponde con la dieta del 95,6% de los cordobeses de clase media y con el 96,8% de los de clase baja. La diferencia de hábitos entre los extremos supera los 10 pp.
Algunas claves finales
Mientras que el lugar donde viven o la edad de los cordobeses no parecen ser indicadores adecuados para discriminar certeramente los nichos demográficos donde los vegetarianos y los veganos se desarrollan con mayor plenitud, el género y el nivel socioeconómico sí parecen serlo.
En conclusión, la persona vegetariana o vegana típica de la provincia de Córdoba es una mujer joven o adulta de nivel socioeconómico alto.