SOCIEDAD
José Gangi
Edición, análisis y comunicación institucional
La actualidad nacional nos expone a un contexto signado por dos áreas de máxima tensión: la económica y la sanitaria. Ambas presentan situaciones críticas por diversos factores, tanto internos como externos, que condicionan la realidad nacional y, más específicamente, provincial.
En términos sanitarios, Argentina se encamina hacia una segunda ola de contagios y no logra obtener el suministro necesario de vacunas para estabilizar el ritmo y progreso de la vacunación. Si hablamos del área económica, el PBI nacional sufrió una caída de 10,2 pp en el año 2020, los ingresos continúan perdiendo contra la inflación y el salario mínimo ya representa uno de los más bajos de la región, en un marco de endeudamiento en proceso de revisión que exige máxima cautela a la hora de intervenir sobre las variables macroeconómicas.
Este panorama se refleja e influye en el contexto provincial y, más particularmente, en el día a día del vecino de la provincia, que no obtiene ingresos suficientes para costear una digna calidad de vida y ve que el programa de vacunación se encuentra interrumpido por la carencia de suministros. Es por esto que nos propusimos preguntarle a los cordobeses cómo se sienten, más allá de las opiniones que poseen sobre el contexto y los diversos dirigentes.
De acuerdo a los datos obtenidos en nuestra última encuesta mensual de marzo, el 34% dice sentirse bien, el 35% regular y el 28% mal. En principio, las cifras reflejan un panorama bastante parejo entre el sentir de los entrevistados, con una paridad estadística entre los que dicen sentirse regular y los que expresan bienestar.
La gravedad de la situación y la posibilidad de realizar un análisis más poderoso se hacen concretas cuando comparamos estas expresiones con las profesadas por esa misma población en otros momentos históricos. Especialmente si nos referimos a lo que respondieron los cordobeses veinte años atrás, meses antes del estallido de la crisis del 2001.
Los datos de aquel año expresan que el 47% de los cordobeses se sentía bien, el 28% regular y el 23% mal. Es decir, hoy encontramos 5 pp más de personas que se sienten mal y 7 pp más que se sienten regular, fruto de una caída de 13 pp en el bienestar de los cordobeses.
Si existe alguna máxima poco discutida de la historia es que no hay dos momentos ni crisis iguales. Más aún si la actual posee un componente sanitario prácticamente único y global. De todas formas, es posible observar en la comparación del humor del público en diferentes momentos históricos un valioso indicador del nivel de tolerancia de la población frente al estado de situación general.
Las diferencias apreciadas en el comparativo nos hablan de un contexto de suma fragilidad, en el que el humor del público se encuentra renovando los pisos de la serie histórica, alertando a los dirigentes y referentes populares del nivel de hartazgo que posee la gente respecto de la situación general.