Por Natalia Lazzarini Día a Día
Rata, chupina, pirada. El evento tiene distintos nombres pero forma parte de una misma tradición. Y es tan autóctono que el 47 por ciento de los cordobeses se pegó “el faltazo” al menos una vez en su vida de estudiante. La afirmación se desprende de un sondeo realizado por la Consultora Delfos.
La encuesta se realizó sobre la base de 1.800 casos distribuidos en toda la provincia. La muestra abarcó a personas de 18 a 75 años. Las preguntas fueron domiciliarias y se realizaron a finales de octubre de este año.
Los datos fueron contundentes: el 47 por ciento de los encuestados confesó haberse “rateado” al menos una vez en su vida. Y si se indagan características relacionadas con la edad y el sexo, el perfil del “chupinero” apunta a los jóvenes de clase alta de Córdoba capital.
“Consultamos sobre la chupina porque es un tema que despierta interés. Es algo que se comenta en la calle. Es parte del folklore”, comentó Luis Dall’Aglio, titular de la Consultora Delfos.
En la misma línea, la psicopedagoga Lucía Garay, opinó: “Es algo que tiene que ver con la tradición más que con la transgresión. Es un rito que forma parte del ser adolescente. Es además una costumbre que traspasa cualquier condición social”.
Perfil. De acuerdo con el sondeo, los jóvenes de la Capital provincial son los que más se suman a las rateadas. Si se toman los datos de acuerdo con la franja etaria, se concluye en que el 67 por ciento de los adolescentes se hizo alguna vez la chupina en la secundaria. Entre los adultos consultados, el índice desciende al 49 por ciento. En mayores, al 30 por ciento. Y en los abuelos, al 19 por ciento.
En la clase alta, el 57 por ciento de los encuestados contestó afirmativamente a la pregunta: “¿Te hiciste la chupina en la secundaria?”. En clase media, fue el 49 por ciento. Y en la baja, el 35 por ciento.
En la capital provincial, las rateadas son más comunes que en el interior. En nuestra ciudad, el 52 por ciento contestó que se había hecho al menos una vez la chupina en la secundaria. Mientras que fuera de la capital contestó afirmativamente el 44 por ciento del total de los encuestados.
Lugares típicos. En la ciudad de Córdoba, el Patio Olmos perdió el protagonismo con el principal lugar de elección a la hora de ausentarse de la escuela. Los jóvenes pusieron en el podio a La Cañada, a la altura de la calle Santa Rosa, según un sondeo realizado por este diario. Cada tramo es ocupado por algún grupo que se reúne antes o después de la escuela.
Kevin, Guille, Maxi y Alejo cuentan que ya no se les llama “chupinas” a las escapadas. El término que está de moda es “pirada”. “No es lo mismo que faltar. A veces salimos antes de la escuela para encontrarnos con chicas de otros colegios. Tenemos puntos de encuentro. Es donde generamos el ‘ambiente’”, cuentan.
El tramo de la Cañada entre Santa Rosa y Colón se divide en la zona alta, media y baja. Grupos de distintas edades se reúnen en cada una de las partes, que son sitios fijos para los chicos cuando salen de la escuela.
Este es el lugar de encuentro por predilección de los jóvenes hoy. No son las plazas ni los shoppings sino este tramo de La Cañada. Independientemente de si falta a la escuela o no, aquí es donde se conocen estudiantes de distintas escuelas. Cantan presente alumnos del Jerónimo Luis de Cabrera, del Manuel Belgrano y del Alejandro Carbó.