SOCIEDAD

José Gangi

José Gangi

Edición y Análisis de informes

En estos tiempos de crisis, es usual escuchar en medios de comunicación frases negativas y desesperanzadoras sobre nuestro país. Incluso, se replica en secciones especiales de diarios de tirada nacional la opinión de compatriotas que apelan discursiva y fácticamente a la emigración como única salida a la situación actual, dando por entendido que la vida en Argentina es mala y que no parece haber posibilidades de que eso cambie en el corto plazo.

Ante esta realidad de los medios, Consultora Delfos le preguntó a 1.878 cordobeses en septiembre cuán de acuerdo se encuentran con la siguiente frase “A pesar de todo, Argentina es un buen país para vivir”.

Más a gusto de lo esperado

Para sorpresa de muchos, el 53% se mostró muy de acuerdo con esta frase y el 26% algo de acuerdo. Si se suman ambas respuestas, se evidencia que 8 de cada 10 cordobeses acordó en algún grado con la afirmación de que Argentina es un buen país para vivir, más allá de las dificultades de la coyuntura.

Si se analiza el nivel de acuerdo agrupado, es posible observar diferencias significativas en las percepciones de los capitalinos de la provincia respecto a quienes habitan otros departamentos. Los vecinos de la ciudad de Córdoba (73% de acuerdo en algún grado) se mostraron más reacios que quienes viven en otras localidades de la provincia (83%).

Continuando con el análisis agrupado de las respuestas, en términos etarios se observaron diferencias aún más marcadas. Mientras que 7 de cada 10 jóvenes se mostraron de acuerdo con la afirmación, entre los adultos mayores de 65 años el porcentaje de acuerdo con la frase fue de 88%.

Si se incorporan los restantes rangos etarios al análisis, pese al nivel mayoritario de acuerdo que se aprecia en todos los rangos, salta a la vista rápidamente que la inconformidad crece a medida que se consideran rangos etarios más bajos.

En términos ocupacionales, los cordobeses que se encuentran más de acuerdo con la frase son changarines (93%), jubilado (88%), comerciante (86%) y profesional (82%). Del otro lado, los que desacuerdan con la expresión medida poseen como ocupaciones principales la de estudiante (40%), empleado público nacional (35%), empleado público municipal (28%) y desocupado (27%).

Por último, el nivel socioeconómico es otro filtro por el cual se puede interpretar la realidad de los datos. Tal como muestran los gráficos de abajo, los cordobeses que poseen un nivel socioeconómico bajo se muestran más conformes con el nivel de vida que poseen en Argentina que los que poseen un nivel socioeconómico alto.

El estereotipo de cordobés que menos de acuerdo se encuentra con esta frase es un/a joven estudiante, de nivel socioeconómico alto, residente en la capital provincial con un nivel de acuerdo del 60%. En el rincón contrario, encontramos a los y las adultos/as mayores changarines, de nivel socioeconómico bajo, residentes en otras localidades provinciales que acuerdan en un 90% con la afirmación de que “A pesar de todo, Argentina es un buen país para vivir”.

Reflexiones finales

Los datos exponen a las claras que, a pesar de la delicada situación económica argentina, los cordobeses valoran otras esferas de la vida como ámbitos donde Argentina tiene y les da mucho como para sentirse a gusto.

Más allá de esto, vale resaltar que el hecho de que los jóvenes estudiantes con un nivel socioeconómico alto de la capital provincial sean los que se encuentran menos a gusto es todo un síntoma de época que se expresa, no sólo en las expectativas en el exterior que se replica entre estos y en gran parte del contenido mediático que consumen, sino que también en el posicionamiento político de estos. Es entre los jóvenes de donde principalmente se nutre Milei, el candidato que, al menos discursivamente hasta el momento, se identifica como más disruptivo en el escenario electoral.

Seguinos en nuestras redes