Por Norman Berra
La encuesta de Raúl Aragón & Asociados aporta un dato tranquilizador para el gobierno de Mauricio Macri: según el informe, el affaire “Panamá papers” no parece tener un impacto significativo en la imagen presidencial. Hay dos otros datos que también resultan favorables: del informe en cuestión también se desprende que, aunque el desacuerdo con la eliminación de los subsidios aumentó de 43,8% a 57,1%, esa variación no se traduce en una merma de la calificación positiva; en tercer término, respecto de su estilo de gobierno (los encuestados debían responder si lo consideraban democrático o autoritario), Macri conserva un registro altamente positivo: el 59,3% lo considera democrático.
Sin embargo, la encuesta de Aragón también arroja un dato nítidamente negativo: la comparación con el gobierno anterior de Cristina Fernández de Kirchner le resulta crecientemente desfavorable a Macri. Sólo un 46,5% sostiene que su gestión es mejor que la de la ex presidenta, mientras que un 30,4% la considera peor. Se trata de un resultado nada auspicioso dado que, recordemos, la encuesta de Aragón se realizó en AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires), un conglomerado que fue muy favorable para el actual presidente tanto en la primera vuelta presidencial de octubre como en el ballotage del 22 de noviembre. Desde diciembre de 2015 hasta abril de 2016, la opinión de que el gobierno de Macri es mejor que el de Cristina cayó 29,8 puntos porcentuales, mientras que la opinión contraria (CFK mejor que Macri) creció 19,8 puntos porcentuales.
Estos datos ameritan interpretación: por un lado, está claro que Macri en 2015 se benefició del malhumor social que caracterizó el cierre de la gestión de CFK y que hoy el hecho de representar un cambio al kirchnerismo es uno de los principales motivos que sostiene su apoyo entre quienes aprueban su gestión (según la última encuesta de Ibarómetro, es el principal motivo entre aprobadores, y creció del 42% al 45,3% de las respuestas). Sin embargo, por otro lado, la comparación con CFK le resulta crecientemente desfavorable aún en un conglomerado que le fue propicio a Macri en las elecciones del año pasado, con lo cual también late en la figura de CFK una amenaza para el actual presidente, en la medida en que podría capitalizar parte del malestar que la gestión de Macri está generando en estos meses. Según Roberto Bacman, del CEOP, “si Cristina hoy tiene 42 o 43% de imagen positiva tras cuatro meses de ostracismo, estas causas judiciales que la están llamando le van a dar la oportunidad de crecer en su imagen positiva y le van a seguir dando la oportunidad a Cristina que siga convirtiéndose en un referente importante de la oposición; y otra vez teniendo mucho peso dentro del entramado del alicaído Partido Justicialista”. En ese sentido, el analista consideró que los integrantes de la alianza Cambiemos deben estar “muy preocupados” por este panorama, y no descartó un probable “relanzamiento” de la gestión del gobierno nacional en los próximos meses, incluida la renovación de alguno de los miembros de su gabinete.
En este marco, un sondeo de la consultora Isonomía previo al regreso de la expresidente a Capital por la causa judicial del dólar futuro arrojaba que Cristina Fernández de Kirchner es vista como la principal opositora al oficialismo (28% de las respuestas). Si a ese guarismo se suman a las entidades satélites y dirigentes que se han mantenido alineados con ella o la reconocen como referencia (kirchnerismo, Máximo Kirchner, La Cámpora, Axel Kicillof, Aníbal Fernández, Daniel Scioli), ese aglomerado llega a 54%, muy por encima de dirigentes alternativos del espacio “panperonista” entendido en sentido amplio, como Sergio Massa (que reúne un 12%) y el gobernador salteño Juan Urtubey (con apenas 1%). Sin embargo, hay más de un 30% que no define ningún principal opositor, no se decide o piensa en otros; está claro que el modo en que se defina este sector es clave para ponderar las chances opositoras en un panorama en el que el crédito y la expectativa siguen estando puestos en Macri, algo razonable, dado que el gobierno apenas lleva unos 5 meses de gestión.