MARCO GENERAL
Los cordobeses partieron de la premisa que todos debían hacer un esfuerzo y sacrificar algo en pos de lograr una situación futura mejor, y mientras tanto, se instrumentaban los cambios políticos prometidos.
Esta idea se asoció a otra que planteaba la necesidad de incorporar el momento de reconocimientos y de méritos que termine con la brecha entre los que trabajan, pagan impuestos, y cumplen con sus obligaciones, y quienes no, pero a la vez, tienen el subsidio del Estado.
Esta mirada meritocrática de la construcción colectiva dio lugar al discurso de Cambiemos de apostar al esfuerzo individual para encontrar una salida colectiva. Por eso, el pedido de sacrificio recogió adhesiones electorales en Córdoba.
Tanto es así que, por primera vez, en una elección de medio término fueron más importantes los anteriores ejes comunicacionales mencionados que la economía de los cordobeses, que (como se plantea en este informe) no está pasando por el mejor momento.

INFLACIÓN
Los cordobeses tienen una percepción inflacionaria para los próximos meses del 25 por ciento, es decir, 10 puntos más de lo que plantea en sus objetivos para el presupuesto 2018 el gobierno nacional.
Esto se suma a que el 50 por ciento de los cordobeses no cree que Mauricio Macri vaya a poder finalmente controlar la inflación.
Con estos datos queda en evidencia la falta de creencia en los gobiernos sobre la posibilidad cierta de domar este viejo indicador, que es también un parámetro de confianza sobre una de las principales promesas de Macri cuando inició su gestión.


MANEJO DE LA ECONOMÍA
Asimismo, y si bien Cambiemos tiene puesto su foco en la política y los cambios que pueda instrumentar desde allí, es cierto que la economía fue siempre el talón de Aquiles de muchos gobiernos. En este caso, sólo el 17 por ciento de los cordobeses dice que Macri está manejando bien la economía nacional, esto es, ocho puntos menos que en noviembre.
Ahora bien, estos datos de la percepción de los cordobeses se explican en gran medida, en la realidad económica que confiesan sobre su situación doméstica.


PODER ADQUISITIVO
En este sentido, prácticamente en un año no se modificó la capacidad adquisitiva de los cordobeses: en el último mes de 2017 sólo el 11 por ciento dijo que puede ahorrar con los ingresos que recibe su grupo familiar; este dato en febrero de 2016 era del ocho por ciento; a los que directamente no les alcanza, no se modificó; el 36 en febrero de 2016 y 37 este año; y los que dicen que les alcanza justo pero no pueden ahorrar, es el 51 ahora contra el 55 de hace casi un año atrás. En proporciones generales no hubo cambios.
No obstante, sí se está sintiendo más el deterioro en la ciudad de Córdoba, donde a los que no les alcanzan sus ingresos para hacer frente a los costos familiares llega al 45 por ciento y la crisis golpea claramente en los sectores bajos donde ese indicador sube al 53 por ciento.


ENDEUDAMIENTO
Como siempre decimos, cuando los cordobeses avizoran luces amarillas en el horizonte económico, ponen en práctica un “protocolo de crisis” que, entre otras cosas, implica desendeudarse. Pero que también es reflejo del “sacrificio” pedido por el gobierno nacional que se traduce en resignar intereses.
En este sentido, los cordobeses han generado un fuerte desendeudamiento en sus economías, sobre todo poniéndose al día con los servicios públicos, justo los que vienen sufriendo las mayores actualizaciones.
La cantidad de cordobeses que dicen estar endeudados (39%) es ocho puntos menos que hace un año (47%).
En esta línea, también es contundente la cantidad de cordobeses que no tomaron créditos durante este año (un 88%), y una proporción similar (81%) mantendrá la misma conducta el año próximo.
Los que sí pidieron préstamos y lo harán el año que viene, elegirán principalmente un crédito personal.