Lo palpan en el bolsillo cada vez que van al almacén del barrio o al súper. Lo confirman cada vez que una boleta de los impuestos o de la luz pasa debajo de la puerta. Lo ratifican cada fin de mes cuando sacan cuentas y resulta que han gastado más plata comprando exactamente lo mismo. Los cordobeses lo sienten día a día, en su trajinar cotidiano: la inflación sigue comandando sus vidas y condicionando sus oportunidades y posibilidades. Y aunque no tienen un método científico para calcular fehacientemente cuánto se encarece mes a mes el costo de vida, igual le ponen un número, y así siguen para adelante, adecuando su futuro inmediato a lo que creen que les deparará la economía.
Según una encuesta realizada semanas atrás por la Consultora Delfos, los vecinos de la ciudad de Córdoba esperan que el nivel de inflación para los próximos 12 meses se sitúe en el 28 por ciento, expectativa que está en consonancia con lo previsto por varios analistas económicos a nivel nacional y muy lejos de lo que refleja el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que cada mes difunde el cuestionado Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
“La percepción de los cordobeses en relación con la inflación los predispone en sus conductas a futuro. Con una expectativa inflacionaria tan alta, por un lado la gente busca gastar su dinero para evitar que no pierda valor, pero al mismo tiempo muestra una actitud muy cautelosa a la hora de endeudarse por miedo a lo que vendrá”, explica Luis Dall’Aglio, director de la consultora cordobesa que realizó la investigación.
Mujeres al borde
De acuerdo con el estudio de Delfos, las mujeres son que en mayor grado esperan una inflación elevada. De hecho, las amas de casa cordobesas estiman que los precios de los bienes y servicios que componen la canasta familiar se incrementarán un 45 por ciento durante el próximo año, muy por encima de lo que creen los hombres, quienes “apenas” si prevén un alza general de precios del 27 por ciento.
Quizás la relación de mayor cercanía que las mujeres tienen con la economía de sus hogares, pueda explicar esta mirada más negativa respecto del ritmo que mantendrá la inflación.
En términos de estratos sociales, la clase alta es la que espera una inflación mayor, del orden del 35 por ciento, dato que contrasta con el 26 por ciento estimado por los hogares de clase baja. La clase media, en tanto, supone que los precios aumentarán un 33 por ciento promedio en los próximos 12 meses. Estas diferentes expectativas pueden estar indicando un encarecimiento particular en los productos de primeras marcas, que son los que en mayor medida consumen las familias de ingresos más elevados.
Finalmente, al desagregar las expectativas inflacionarias por rangos etáreos, se observa que los cordobeses más jóvenes tienen una mirada más optimista a futuro (creen que los precios subirán 27 por ciento en promedio), mientras que las personas mayores aparecen como las más pesimistas en este sentido (esperan una inflación del 40 por ciento).
Boleto más caro
113% más. Según el Observatorio de Servicios de la Defensoría del Pueblo, en los últimos tres años el valor del boleto del transporte urbano de pasajeros de la ciudad de Córdoba se incrementó un 113,3%, pasando de $ 1,50 en 2009 a $ 3,20 en la actualidad.
Fuente: Día a Día