POLÍTICA
José Gangi
Edición y Análisis de informes
Los ojos de la región y gran parte del mundo están puestos desde comienzos de octubre sobre Brasil. El gigante sudamericano superó una primera vuelta electoral el 2 de octubre en un marco polarizado como nunca se ha visto en este siglo.
De cara a la segunda vuelta, analizamos las principales encuestas nacionales recabadas por el sitio PollsterGraph y la historia electoral reciente del país vecino para tratar de avizorar posibles resultados.
Lula Da Silva (48,4%), el ex presidente brasileño, aventajó a Jair Bolsonaro (43,2%) en primera vuelta por 5,2 puntos porcentuales. Este volumen de votos captado por ambos candidatos, en torno a 91%, acota los márgenes de revertir el escenario de cara a la segunda vuelta.
Esta situación se ajusta aún más si tenemos en cuenta que históricamente los votantes habilitados en el país vecino han asistido en menor medida a las segundas vueltas, en un rango que va del punto porcentual a los 3,2 pp menos de participación.
El promedio de los últimos relevamientos realizados por las principales consultoras brasileñas posiciona a Lula como ganador con el 53,2% de la intención de voto y a Bolsonaro perdedor con el 46,8% de los votos positivos. Es decir, plantean un escenario donde se amplía la brecha entre los candidatos de 5,2 pp a 6,4 pp.
El panorama de las consultas desagregado nos muestra que las diferencias entre los candidatos van de un rango de 3,4 pp a 9,6 pp, siempre advirtiendo que el ganador sería el ex presidente Lula Da Silva.
Al analizar la historia electoral reciente del gigante sudamericano, el principal dato que pone en cuestión los resultados de las encuestas es que siempre fueron las segundas fuerzas las que crecieron proporcionalmente más que las primeras en los últimos años. La única excepción, la reelección de Lula en el año 2006, cuando el por entonces presidente amplió la brecha que lo distanciaba de Alckim.
Es por esto que, teniendo en cuenta la subestimación de Bolsonaro que auguraron las principales consultoras, los resultados electorales, las variaciones en la participación observada en los comicios desde 2002 y el crecimiento histórico de las fuerzas de cara a las segundas vueltas, auguramos una victoria de Lula en las elecciones de segundo término, pero en un escenario más ajustado que el planteado por las consultoras brasileñas.
El ex presidente volvería a encabezar el ejecutivo del país más grande del subcontinente por tercera vez con el 51,2% de los votos contra un 48,8% de apoyo obtenido por Bolsonaro. La diferencia de 2,4 pp, sería 4 pp inferior a la proyectada por el promedio de encuestas realizadas en el país vecino.