SOCIEDAD

Luis Dall'Aglio
Director
La cantidad de lectores en Argentina presenta un panorama moderadamente optimista: más de la mitad mantiene una relación activa con los libros, concentrada especialmente en la preferencia por la narrativa.
La lectura se mantiene como una práctica cultural significativa a pesar del avance de la cultura de las pantallas y el interés por el acceso inmediato a los contenidos.
Incluso, el formato papel continúa siendo más utilizado que el digital y los audiolibros, lo que aparece como un anclaje de la cultura tradicional sobre la virtual.
Existen algunos rasgos importantes del hábito de lectura:
- Mayor inclinación femenina hacia la lectura, tendencia consistente con otros estudios culturales en la región.
- La práctica disminuye entre mayores de 50, especialmente en los mayores de 65 años.
- La Narrativa (cuentos y novelas) y la Historia son los géneros preferidos por encima de otros, como los técnicos, científicos y religiosos.
- El libro sigue siendo usado principalmente con fines recreativos y culturales, más que por motivos académicos o religiosos.
El hábito lector se mantiene en un contexto donde las prácticas culturales fueron desplazadas por las pantallas, posiblemente influido por:
- Mayor conciencia sobre el tiempo de ocio «con sentido».
- Revalorización de espacios reflexivos.
En lo que respecta al dominio del papel revela tanto resistencia al cambio tecnológico como barreras estructurales (costo de dispositivos, conectividad). Los audiolibros, a pesar de su potencial inclusivo, siguen siendo marginales.
“Creo sospechar, -agrega Dolina- que más que el saber que un libro deja como sedimento, lo que nos hace mejores es el esfuerzo de la lectura. El esfuerzo de la mente y del corazón por apropiarse de lo que el libro puede ofrecer”.
“Ese esfuerzo es el que nos mejora. Algo bueno debe haber en el camino y en el esfuerzo para que la gente lo desee. Y creo que lo que hay de bueno en la lectura es eso. Las horas de desvelo, el debatirse uno para ver si entiende lo que un tipo le ha querido decir en un libro. Y hay que decirlo, el placer enorme de haber aprendido a disfrutar de un libro«, cerró el escritor.