ECONOMÍA

José Gangi
Edición y Análisis de informes
Una de las principales variables que tenemos en cuenta para comprender la situación económica de los cordobeses es el nivel de endeudamiento que estos poseen en un contexto determinado y con quiénes se encuentran endeudados.
En medio de un complejo contexto económico, le preguntamos a 1.800 cordobeses de toda la provincia, del 20 al 27 de julio, si poseen alguna deuda y, en caso de responder afirmativamente, con quién.
Ante la primera pregunta, cuatro de cada diez cordobeses respondieron afirmativamente. Este nivel de endeudamiento representa el menor valor registrado desde que realizamos esta pregunta y confirma una tendencia decreciente en el nivel de endeudamiento de la población provincial desde el año 2001.
Si pasamos a analizar la contraparte de esta deuda, podemos observar que en la actualidad las tarjetas de crédito (12%) son el principal acreedor de las deudas de los cordobeses, seguidas del Estado (10%) y las empresas que brindan algún servicio (7%). A pesar de que han perdido peso a lo largo de las mediciones, las tarjetas de crédito lo han hecho en menor cantidad que los demás actores o instituciones.
Por otro lado, mientras que a comienzos del siglo el Estado era acreedor de deudas del 25% de los cordobeses, desde el año 2018 sólo el 10% de los ciudadanos de la provincia posee algún tipo de deuda estatal.
Los bancos y financieras, después de un constante crecimiento como acreedores hasta el año 2018 que los convirtió en contrapartes de la deuda que poseían el 11% y el 5% de la población, sufrieron una abrupta caída en su participación. Sólo el 4% de los cordobeses tiene alguna deuda con los bancos y el 1% con una financiera.
Esta situación pone en evidencia una población que viene transformando desde el año 2001 su forma de vivir, cada vez más de acuerdo con sus capacidades más concretas y coyunturales de consumo, y un sistema financiero que pierde en su rubro ante otras herramientas que el público utiliza para financiarse, lo cual expone la falta de legitimidad y las falencias de las herramientas que oferta a la sociedad.