SOCIEDAD

José Gangi
Edición, Análisis y Comunicación Institucional
A comienzos de marzo, más específicamente el 3 de marzo, se cumplió un año desde el primer caso de covid-19 detectado en nuestro país.
A raíz de dicho aniversario, nos propusimos preguntarles a los cordobeses qué reflexiones, experiencias o enseñanzas, ya sean positivas o negativas, les había dejado el año transcurrido de pandemia.
Tanto para el caso de las positivas como para el de las negativas la primera respuesta de los cordobeses fue “nada”, con un 23% de las menciones en ambas categorías.
Si dejamos de lado esta respuesta, podemos observar que entre las positivas se destacan el pasar más tiempo con la familia (15%), ser más paciente (10%), desarrollar la solidaridad (7%) y pasar más tiempo con la pareja (3%).
Dentro de las reflexiones, experiencias o enseñanzas negativas que vivenciaron los cordobeses se destacan una fuerte ansiedad (6%), hacerse más intolerante (5%), sentirse desubicado por haber perdido el trabajo (5%) y sentir miedo por lo que pasaba (5%).
En principio, estas devoluciones nos enfrentan a un balance signado por la apatía expuesta por una primera minoría de los cordobeses que no se sintió movilizada por el contexto pandémico en absoluto.
Pero si vamos un poco más allá de esta primera aproximación, podríamos destacar entre las respuestas de índole positiva la existencia de un 18% de los cordobeses que pudo compartir más experiencias con sus seres queridos y un 17% que dice haber transformado su posicionamiento frente a otros sobre la base de paciencia y solidaridad.
A modo de síntesis respecto de lo que fueron las respuestas negativas, vale destacar que las principales expresiones dan cuenta de las dificultades emocionales que marcaron el tránsito de los cordobeses por este primer año de pandemia.