Por Gabriela Martín (Día a Día )

 

Caries, limpieza, tratamiento de conducto… Ouch! De sólo pensarlo sentimos un escozor en la espalda y enseguida se nos hace un nudo en la panza. Sacar un turno en el dentista es uno de los momentos más dramáticos en la vida de muchos. Ni hablar de cuando llega el momento de sentarse en el sillón; sudor frío en las manos, temblores y una sensación de estar atrapado (y sin salida) que es difícil de controlar.

La dentofobia es el miedo a ir al dentista y, según una encuesta realizada por la consultora Delfos, 6 de cada 10 cordobeses prefiere escaparle al odontólogo. De ese 63  por ciento, los adultos (47%) y las mujeres (46%) son quienes más lo sufren.

¿A qué le tenemos miedo?. Los temores y conflictos son varios.

» Miedo al dolor, incluso hay gente que soporta dolores de muela terribles por no enfrentarse a las inyecciones y al torno.

» Vergüenza. Hay pacientes que se averguenzan del mal estado de su boca y se avergüenzan que el dentista lo note.

» El sillón. Las personas que siempre quieren tener el control de la situación se sienten «maniatadas». El que controla es el dentista y esto causa desconfianza.

» Experiencias ajenas. Siempre están las personas que exageran cuando cuentan su relato en el dentista. No le hagas caso.

» Malas experiencias. Después de una mala experiencia nadie quiere volver a pasar por la misma situación otra vez. Pero esto no debe ser impedimento para volver. La odontología avanza y los tratamientos son cada vez menos dolorosos.

Top ten del miedo

1- Las inyecciones de anestesia.

2- Estar con la boca abierta más de una hora.

3- El dolor cuando se va el efecto de la anestesia.

4- No poder masticar y por ende no poder comer lo que nos gusta.

5- El set de instrumentos que va a parar dentro de tu boca.

6- Los malos dentistas.

7- Que el dentista no sepa lo que está haciendo.

8- Que aparezcan nuevos problemas y futuros gastos.

9- Los dentistas locos del cine hollywoodense.

10- Los costos del servicio.

Hacele frente

» Elegí un dentista que te dé confianza y contale de tus miedos.

» Acordá el ritmo del tratamiento y si lo necesitás pedí algún sedante.

» Utiliza técnicas de relajación cuando te sientes en el sillón y, si podés, escuchá música que te relaje.

» Avisale al profesional cuando sientas dolor.

Pedí ayuda. La dentofobia se puede superar fácilmente con la ayuda del odontólogo y técnicas de relajación.

 

Fuente: Encuesta Consultora Delfos difundida por Día a Día