POLÍTICA

José Gangi
Edición, Análisis y Comunicación Institucional
La Argentina es uno de los países latinoamericanos con los mayores índices históricos de participación electoral, tanto en elecciones presidenciales como legislativas.
Dicha situación también se puede comprobar en la provincia de Córdoba. De acuerdo con datos oficiales, en las últimas elecciones de medio término del año 2017, la participación ciudadana de los cordobeses en los comicios de agosto relativos a las PASO fue de 70,3% y en las generales de 74,8%, valor similar al 76,7% de participación a nivel nacional.
Sin embargo, la pandemia impone nuevos condicionamientos sobre la salud que estarían motivando a los cordobeses a no participar de los comicios de medio término en la magnitud a la que estaban acostumbrados.
De acuerdo con nuestra última encuesta desarrollada del 8 al 10 de mayo en todo el territorio provincial, fechas donde los picos conocidos hasta el momento eran de aproximadamente 2.500 casos diarios en la provincia, sólo el 54,6% de los cordobeses afirmaba que concurriría a las urnas en dicho contexto, es decir, 15,7 puntos porcentuales menos que en las elecciones primarias de 2017. Esta cifra resulta bastante similar a la obtenida en abril de este año, lo que consolida aún más el dato.
La brecha respecto de la última cifra oficial se agranda sustancialmente cuando le preguntamos a los cordobeses si participarían de los comicios en el caso de que los mismos coincidieran con un nuevo pico de Covid-19.
Como es posible observar en el gráfico aquí arriba, sólo el 41,7% de los cordobeses afirmó que asistiría a sufragar en dicho contexto. A pesar de que dicha cifra representa una leve mejora respecto de las obtenidas en abril, el incremento no resulta estadísticamente significativo y aún se encuentra casi 29 pp debajo de la última registrada en las PASO de 2017.
Resumiendo, aunque faltan cuatro meses para las primarias y las elecciones no están instaladas con fuerza en la agenda popular, en el presente marco sanitario se contraería entre un 15% y un 30% la participación en las elecciones nacionales de medio término.