SOCIEDAD
José Gangi
Edición y Análisis de informes
La religión, principalmente cristiana y católica, fue de manera indiscutida una de las principales productoras de sentido y ordenadora de la vida de los hombres en Occidente durante el siglo XX.
En los últimos años su relevancia en la sociedad está puesta en cuestión, al menos en términos discursivos. Por esto, desde el 2018, nos propusimos medir el peso de las religiones entre los cordobeses.
Los resultados parecen confirmar las percepciones preliminares: en cinco años, el porcentaje de cordobeses que se consideran católicos se redujo 7,2 puntos porcentuales (pp). Esta colectividad de desencantados con el catolicismo, lejos de desplazarse a otras religiones, se alineó, principalmente, con el agnosticismo. Los cordobeses que no practican ninguna religión han crecido 6,2 pp., llegando a representar en la actualidad el posicionamiento de un cuarto de los vecinos de la provincia.
Las nuevas generaciones, el gran desafío católico
Este distanciamiento del catolicismo se hace particularmente fuerte entre los jóvenes. Mientras que el 83% de los adultos mayores se considera católico, entre los jóvenes de 18 a 29 años el peso del catolicismo se reduce al 45% de la población.
Si hacemos un paneo más amplio de la situación, podemos observar que el verdadero punto de quiebre parece situarse en los 50 años: mientras que entre aquellos que poseen 49 años o menos el catolicismo posee un promedio de adhesión del 50%, entre los que poseen 50 o más años esa cifra asciende a 77%.
La única religión que insinúa una renovación etaria positiva de adeptos entre los más jóvenes es el evangelismo: al tiempo que uno de cada diez cordobeses de 49 años o menos se considera evangélico, entre adultos de 50 o más años posee una pregnancia promedio de 6%.
Más precisiones
Si filtramos los datos generales por el género de los encuestados, rápidamente salta a la vista que las mujeres cordobesas son más religiosas, particularmente católicas, que los hombres. Estos últimos se consideran más agnósticos y ateos que las mujeres.
En el frente socioeconómico las diferencias no son tan marcadas como cuando al dato general lo miramos bajo el prisma del género o las diferencias etarias. A pesar de ello, si podemos observar algunos indicios: el evangelismo posee una pregnancia mayor entre los cordobeses de nivel bajo; en tanto que el catolicismo insinúa hacerse un poco más fuerte entre la clase media; y el agnosticismo y ateísmo entre los cordobeses de nivel socioeconómico alto.
Reflexiones finales
La merma religiosa en la población cordobesa en favor del agnosticismo y el ateísmo se encuentra atada, casi con exclusividad, a una pérdida de adeptos por parte del catolicismo.
Esta religión, fuertemente arraigada en la sociedad argentina, no está pudiendo contener a los jóvenes, tanto de niveles bajos como altos, que se inclinan hacia el evangelismo y hacia el agnosticismo y ateísmo, respectivamente.
A otro nivel, el evangelismo se mantiene estable pero con mejores perspectivas, ya que insinúa una mayor llegada entre los jóvenes y entre las personas de nivel socioeconómico bajo que poseen una tasa de nacimiento superior al resto de los niveles socioeconómicos.