ECONOMÍA

Norman Berra

Norman Berra

Líder de proyectos

En la nota anterior sobre este tema repasamos encuestas recientes sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para renegociar las condiciones de pago de la deuda contraída por la gestión Cambiemos en 2018. Dado que dentro de una semana (el 22 de marzo) es la fecha tope para pagar U$S 2.800 millones, Argentina necesita el desembolso del Fondo para afrontar ese vencimiento, por lo que el Gobierno nacional aspira a que el proyecto que tiene media sanción de la Cámara de diputados nacionales pueda tratarse sobre tablas el próximo jueves. Además de los estudios repasados la semana pasada, se añadieron otras mediciones: según una encuesta nacional de la consultora Aresco, 61,2% de los electores cree que el acuerdo era necesario ya que el default hubiera generado más perjuicios; apenas 14% cree que era mejor no acordar, y casi 25% no sabe (gráfico arriba). Consistente con ese dato, un estudio del consultor Federico González arrojó que 62,4% de los adultos opina que un rechazo del acuerdo podría empeorar la economía argentina, en tanto que apenas 14,4% cree que podría mejorarla; 23,2% ns/nc (gráfico abajo).

En esa línea, 2 de cada 3 electores (66,6%) opinó que el Congreso debe aprobar el acuerdo aunque eso implique pagarle al FMI, vs 33,4% que prefiere rechazar el acuerdo aunque eso implique un default económico de consecuencias imprevisibles (gráfico abajo).

Con una contundencia mayoritaria, aunque algo menor que el consenso que surge de la variable anterior, en un eventual plebiscito sobre el acuerdo 57,2% de los electores votaría a favor, casi duplicando a los que se pronunciarían en contra (29,2%); casi 14% no iría a votar (gráfico abajo).

Profundizando en el análisis, Aresco indagó cómo debería votar la oposición en el Congreso: casi 55% opinó que debe hacerlo a favor del acuerdo, vs 17,4% que dijo que debe votar en contra; casi 28% ns/nc (gráfico abajo).

En ese marco, se puede evaluar que el voto favorable de la principal fuerza opositora, Juntos por el Cambio (JXC, con la excepción de Ricardo López Murphy) estuvo en sintonía con el consenso mayoritario de la opinión pública. Por otro lado, la consultora Analía del Franco abordó las percepciones respecto a la postura de La Cámpora: 51,3% opinó que ese sector del Frente de Todos (FDT) debería aceptar el acuerdo vs casi 17% que opinó en sentido contrario; 32,1% ns/nc. En cuanto a las expectativas de cómo votarían esos referentes, casi 37% esperaba que se pronunciaran a favor, mientras que 30% auguraba en contra; 1 de cada 3 ns/nc (gráfico abajo). Así, el voto de esa facción, que se dividió entre abstenciones y votos negativos, resultó a contrapelo de lo esperado y demandado por la opinión pública a tenor de ese estudio.

En este orden, dado el resultado favorable en la Cámara Baja, más allá de lo que arroje en estos días la “rosca” política se puede plantear que el Senado tiene poco espacio para ir en contra de la corriente consensual de la opinión pública, que en cuatro encuestas recientes (tres nacionales y una realizada en Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires) se inclina por un acuerdo en un promedio de 63,1% vs 23,9% que se muestra en contra (13,1% ns/nc). Con todo, las opiniones respecto al impacto macro del entendimiento están divididas: según el más reciente estudio de Taquión, 23% cree que el acuerdo terminará beneficiando al país, vs casi 41% que piensa que lo perjudicará; 36% no tiene opinión formada (gráfico abajo).

En cambio, según la encuesta de Federico González casi 44% cree que el aval del acuerdo podría mejorar la economía argentina, vs casi 27% que opina que podría empeorar; 29,3% piensa que podría quedar igual (gráfico abajo). 

Así, se concluye que hay un consenso ampliamente mayoritario (superior al 60%) respecto a la necesidad del acuerdo, pero que las opiniones en cuanto a su impacto macroeconómico se dividen en tres tercios: 33,5% se muestra optimista, 33,9% pesimista y 32,7% no sabe o no tiene opinión formada. Así, se puede evaluar que el entendimiento tiene más consenso por lo que evita (un default) que por la certezas de mejora que puede aportar.

Seguinos en nuestras redes